¿Alguna vez has procrastinado? Sabemos exactamente lo que queremos y necesitamos hacer, y , sin embargo, perdemos horas perdiéndonos en actividades inútiles o vagando sin rumbo por Internet.
Un pequeño descanso de vez en cuando es necesario, pero si seguimos procrastinando solo nos empujamos a un círculo vicioso, donde la frustración y los malos resultados se alían con nuestra autoestima.
¿Qué hacer en estos casos? ¿Cómo combatir la procrastinación? Aquí tienes unos consejos prácticos para empezar tu lucha contra la procrastinación.
Consejos para dejar de procrastinar
1. Deja de pensar
Empieza a actuar. Planificar tus actividades puede ser una gran idea, pero si sigues planificando tus actividades, sin empezar nunca, solo te estás engañando a ti mismo. Tal vez le suene: no puede dejar de pensar, planea cada detalle, esperando que todas las condiciones sean perfectas. La planificación te da una sensación de control y seguridad: sin errores, sin derrotas, sin dificultades. En realidad, cada vez que pospones lo que tienes que hacer, pierdes. Simplemente empieza.
2. No hagas una montaña de un grano de arena
Pensar en un compromiso en lugar de afrontarlo solo lo magnifica. Cada día que piensas y no actúas, la tarea crece hasta que se vuelve imposible de abordar. Haz la planificación esencial y actúa en consecuencia. A veces ni siquiera necesitas planificar, sabes exactamente lo que tienes que hacer: así que deja de darle vueltas a tu cerebro y empieza a hacer lo que tienes que hacer.
3. Concéntrese en el primer paso
Cuando nos fijamos un objetivo, pensar en la cantidad de trabajo que hay que hacer nos desespera. Demasiadas horas de estudio, demasiados análisis que hacer, demasiado. ¿Cuál es nuestra primera reacción en estos casos? Bueno, sí, vamos a ver qué pasa en el mundo, espera, espera, tengo que contestar a ese amigo mío en Facebook, y luego tengo que revisar mi correo electrónico, etc. etc. Para evitar esta trampa hay que centrarse en el presente, en el primer paso que hay que dar: una vez que se ha empezado, una vez que se ha conseguido superar la inercia inicial, todo fluirá más fácilmente. Una vez que hayas empezado, una vez que hayas superado la inercia inicial, todo fluirá más fácilmente. Un paso a la vez, hasta que alcances tu objetivo.
4. Las cosas difíciles primero
Empezar por las tareas más difíciles no solo es una gran técnica de gestión del tiempo, sino también una gran herramienta para combatir la procrastinación. Ya sea estudiar un capítulo, completar ese maldito informe o hacer esa importante llamada telefónica, aprende a realizar esta actividad a primera hora del día. Aguántate. Afrontar primero las tareas difíciles te hará sentirte bien contigo mismo y hará que el resto del día sea un paseo triunfal.
5. Toma una decisión
La procrastinación surge de un conflicto, un conflicto entre lo que piensas y lo que (no) haces. El pensamiento positivo puede ayudarte, pero solo las acciones prácticas pueden aumentar realmente tu autoestima. Cada vez que actúas, cada vez que tomas una decisión, te envías una señal clara a ti mismo: «Soy una persona que actúa». No hay nada mejor para mejorar tu autoestima.
6. Enfréntate a tus miedos
Es muy fácil vivir en un mundo imaginario en el que nuestros deseos se hacen realidad sin esfuerzo; mucho más complejo es tomar la iniciativa y hacer realidad esos sueños. En realidad, existe el riesgo de parecer un tonto, de cometer errores, de ser derrotado, de sufrir. Sin embargo, la sensación de seguridad que se tiene cuando no se aborda una tarea nunca puede superar el arrepentimiento de un tren que ha pasado.
7. No tomes prisioneros
Gran parte del estrés en nuestras vidas está relacionado con asuntos no resueltos. Aunque no seas consciente de ello, ahora mismo algún asunto no resuelto sigue chupando tu energía mental y física. No tome prisioneros, afronte sus compromisos y complételos. Esto no significa que tengas que completar todo lo que empiezas: eso sería estúpido.
Si aprendes a completar las tareas importantes que empiezas, el término procrastinación desaparecerá de tu diccionario.